Finalizaban las discusiones sobre la logística a utilizarse en el nacimiento del nuevo evento cultural en Ovejas del cual no había antecedente alguno, mucho menos referencia asociada a la música escogida pero le decisión fue tomada por todos al unísono: Iniciemos el Festival Nacional de Gaitas “Francisco Llirene”.

Cada fundador, sus familiares y sus amigos de aventura cultural se impusieron su tarea personal basada en conocimientos administrativos, experiencias relacionadas y hasta encargadas por los fundadores, no importando miedo o desconocimiento de tareas, solo importaba sacar el festival adelante, sin saber si vendrían otros.

Alejandro Pineda “Passo”, era riguroso y celoso en el cuidado y manejo de recursos y bienes del evento, tanto, que no permitía insinuaciones ni señalamientos tendenciosos que pusieran en entredicho a la junta (sus amigos) y mucho menos que se despilfarraran éstos (los bienes y recursos), sin embargo, hacia constante verificación de los mismos de manera preventiva. Aunque algunos pedían que fuera tesorero el no accedió, no le gustaba “tener plata de otro” a su cuidado.

Era tanto su arraigo por lo nuestro que emprendió tareas colosales para ahondar en las raíces históricas de los indígenas zenúes, cenzenúes y finzenúes y la influencia de los mismos en la región montemariana con su gran amigo Manuel Huertas Vergara, historiador reconocido en Sucre. Como integrante del Comité Cívico Cultural y en compañía de Alfredo Ricardo Guerrero se convirtieron en custodios de la pieza en tumbaga encontrada en la jurisdicción del corregimiento de Almagra que hoy es imagen de Festigaitas.

Con mucha nostalgia por los abundantes recuerdos dejados por Alejandro al interior de la Asociación Festigaitas, presentamos sentidas condolencias a su familia y elevamos al Altísimo nuestra plegaria para que no sea objeto del olvido y viva siempre en la historia de Ovejas de manera destacada.